Siempre en la mochila (mi padre me llama Labordeta). Aunque lo mio sea siempre vacaciones, el libro siempre en la mochila. Antes de salir del alojamiento; al volver, tocarlo de nuevo dentro de la mochila. Saber que está ahí. El ancla. Estoy fuera. Estoy de vacaciones; y estoy relajado y disfrutando, y aun así el ancla siempre a mano, "noseaqué". Que cuando meto la mano en la mochila, y me parece que no está, que lo he perdido, me da un vuelco el corazón. Sentimiento de deriva.
Siendo, además, enfermizamente tímido es mi escudo protector. Si en algún momento, en algún lugar, me siento incómodo, cojo el libro, lo planto delante de mi cara, y aunque no esté leyendo, sin pasar página alguna, estoy escondido detrás de él. Una suerte de escudo, que siento, además, como una capa de invisibilidad.
"Qué difícil es tener una posición sólida
Che non mi faccia mai cambiare idea sulle cose, sulla gente"
El libro.
El libro como ancla.
Siempre en la mochila (mi padre me llama Labordeta). Aunque lo mio sea siempre vacaciones, el libro siempre en la mochila. Antes de salir del alojamiento; al volver, tocarlo de nuevo dentro de la mochila. Saber que está ahí. El ancla. Estoy fuera. Estoy de vacaciones; y estoy relajado y disfrutando, y aun así el ancla siempre a mano, "noseaqué". Que cuando meto la mano en la mochila, y me parece que no está, que lo he perdido, me da un vuelco el corazón. Sentimiento de deriva.
Siendo, además, enfermizamente tímido es mi escudo protector. Si en algún momento, en algún lugar, me siento incómodo, cojo el libro, lo planto delante de mi cara, y aunque no esté leyendo, sin pasar página alguna, estoy escondido detrás de él. Una suerte de escudo, que siento, además, como una capa de invisibilidad.