“En la esquina de Chile y de Tacuarí vi un almacén abierto. En aquel almacén, para mi desdicha, tres hombres jugaban al truco”. En la esquina de Chile y de Tacuarí, en el barrio bonaerense de Monserrat hubo, hasta hace unos meses, un restaurante gallego. En esa esquina, me gusta pensar que en ese local (aunque en realidad el cruce da lugar a cuatro locales comerciales) el Jorge Luis Borges de ficción encontró
La gran autoficción
La gran autoficción
La gran autoficción
“En la esquina de Chile y de Tacuarí vi un almacén abierto. En aquel almacén, para mi desdicha, tres hombres jugaban al truco”. En la esquina de Chile y de Tacuarí, en el barrio bonaerense de Monserrat hubo, hasta hace unos meses, un restaurante gallego. En esa esquina, me gusta pensar que en ese local (aunque en realidad el cruce da lugar a cuatro locales comerciales) el Jorge Luis Borges de ficción encontró