Pues posiblemente tú mejor artículo. Ojalá tener tiempo y capacidad económica para saltar de “súper” restaurante, museo o concepto al “normal”, que se infravalora y no se disfruta lo suficiente si no has vivido cosas de lo”súper”. Una especie de arqueólogo pero de la vida al momento.
Jorge, qué alegría leer tu postura sobre el tema. Especialmente, la cuestión del cansancio por la sobre información constante, las listas con “los mejores x”. Conciliar será siempre la mejor opción 👏🏼
Pd: mi empanada gallega favorita es la de zamburiñas. La más rica la comí en Salvaterra do Miño, en la casa de mi prima. La fuimos a comprar a una panadería casera que no tenía local a la calle. No la olvidaré jamás 🖤
Cada vez que me tropiezo una receta que no conocía de una persona mayor doy palmas con las orejas.
El otro día me crucé con un vecino que estaba haciendo limpieza. En un momento dado viene y me dice: "¿Tú cocinas, verdad?. Toma, que igual te interesa." Eran unos folletos de un concurso de cocina de la Diputación de León. Y al (h)ojearlo me crucé una receta de ancas de rana de una señora de 70 y pico años. ¡ Me puse más contento que unas castañuelas ! ❤❤❤
Pues ese concepto de juntar a dos visiones contrapuestas (iba a decir enfrentadas, pero creo que no creo que lo estén) de la cocina puede ser interesante. No sé en qué soporte...
Es un debate interesante, porque lo mismo se podría decir de edificios (¿Qué va a pasar cuando una catedral pierda su función?), pintura, espacios urbanos y, sin embargo, a esos se les presta una atención de la que la gastronomía carece. Hay catálogos públicos de casi cualquier cosa: iglesias, pinturas, árboles destacados, paisajes culturales, paisajes industriales, de hórreos o secaderos de tabaco... Menos de gastronomía. Yo creo que no siempre él patrimonio cultural debe dejarse exclusivamente a expensas del mercado. Si fuera así, desde la mayor parte de las iglesias a los toros, de la mayoría de los museos a las esculturas de las plazas habrían desaparecido ya.
Pero es una opinión personal y hay un debate interesante ahí .
Pues posiblemente tú mejor artículo. Ojalá tener tiempo y capacidad económica para saltar de “súper” restaurante, museo o concepto al “normal”, que se infravalora y no se disfruta lo suficiente si no has vivido cosas de lo”súper”. Una especie de arqueólogo pero de la vida al momento.
Muchas gracias, Fernando.
Jorge, qué alegría leer tu postura sobre el tema. Especialmente, la cuestión del cansancio por la sobre información constante, las listas con “los mejores x”. Conciliar será siempre la mejor opción 👏🏼
Pd: mi empanada gallega favorita es la de zamburiñas. La más rica la comí en Salvaterra do Miño, en la casa de mi prima. La fuimos a comprar a una panadería casera que no tenía local a la calle. No la olvidaré jamás 🖤
Gracias!
Y qué rica la empanada de zamburiñas, sí.
Cada vez que me tropiezo una receta que no conocía de una persona mayor doy palmas con las orejas.
El otro día me crucé con un vecino que estaba haciendo limpieza. En un momento dado viene y me dice: "¿Tú cocinas, verdad?. Toma, que igual te interesa." Eran unos folletos de un concurso de cocina de la Diputación de León. Y al (h)ojearlo me crucé una receta de ancas de rana de una señora de 70 y pico años. ¡ Me puse más contento que unas castañuelas ! ❤❤❤
Esos hallazgos, y de esa manera, son una maravilla
Pues ese concepto de juntar a dos visiones contrapuestas (iba a decir enfrentadas, pero creo que no creo que lo estén) de la cocina puede ser interesante. No sé en qué soporte...
Es algo a lo que le doy muchas vueltas. Veremos.
Eso siempre aporta ideas interesantes: https://youtu.be/hxNIys8tjE4?feature=shared
Un restorante centenario tiene vida detrás. No es un objeto.
O un amasijo de piedras antíguas.
La vida cambia. Gente muere, nueva gente tiene nuevas ideas,
nuevos anhelos. Intentar mantener la vida congelada convertiría nuestras ciudades en un museo al aire vivo.
Ya vendrá otro lugar de buenas comidas al que ir, no por su edad, sino por las sensaciones al comer.
Buenas tardes, un saludo
Es un debate interesante, porque lo mismo se podría decir de edificios (¿Qué va a pasar cuando una catedral pierda su función?), pintura, espacios urbanos y, sin embargo, a esos se les presta una atención de la que la gastronomía carece. Hay catálogos públicos de casi cualquier cosa: iglesias, pinturas, árboles destacados, paisajes culturales, paisajes industriales, de hórreos o secaderos de tabaco... Menos de gastronomía. Yo creo que no siempre él patrimonio cultural debe dejarse exclusivamente a expensas del mercado. Si fuera así, desde la mayor parte de las iglesias a los toros, de la mayoría de los museos a las esculturas de las plazas habrían desaparecido ya.
Pero es una opinión personal y hay un debate interesante ahí .
Gracias!