Reconozco que cada vez me interesan menos los alardes técnicos y valoro más la sorpresa, aunque sea más torpe. A la hora de leer, a la hora de escribir, pero también a la hora de ir a un restaurante, agradezco mucho más el aire fresco que la precisión matemática.
Hola Jorge, no te había leído hasta hoy. También (a veces) una anda buscando el cobijo de "lo mismo", contado igual. Como los amigos cuando borrachos empiezan a repetir historias y una se muere de risa o de ilusión. Abrazos desde RD.
Hola Jorge, no te había leído hasta hoy. También (a veces) una anda buscando el cobijo de "lo mismo", contado igual. Como los amigos cuando borrachos empiezan a repetir historias y una se muere de risa o de ilusión. Abrazos desde RD.