Reviravolta
En gallego tenemos una palabra, reviravolta, que tengo cada vez más presente. Con frecuencia tiene una connotación negativa y se refiere a un cambio de opinión o a todos los rodeos que se dan para no posicionarse de una manera clara. Pero a mí me interesa su otra acepción.
Garbo. Santander.
Quizás en español la palabra circunloquio sea la que más se le parece, aunque no es exactamente lo mismo. No, al menos, como yo la entiendo.
Normalmente hay dos formas de llegar a algo. A un lugar o a una idea: la directa y la bonita. La segunda es la que llega mediante reviravoltas.
Piénsalo de esta manera ¿por qué vas a escribir un texto de 1500 cuando podrías explicar tu postura y los motivos que te llevan a sostenerla en poco más de 100?
Porque las otras 1400 palabras, los vericuetos, son las que importan. No es lo que cuentas, normalmente, sino el camino que eliges para contarlo, por qué es importante para ti, cómo lo vives, por qué eliges contarlo de esa manera y no de otra. Las reviravoltas.
Las formas de la pasta
Antonello Colonna. Roma.
Desde que vivo con una italiana -13 años ya- he ido aprendiendo que los detalles importan, quizás más de lo que tendemos a pensar. Una pasta es una pasta: harina y agua, quizás huevo. Ya está. Y, sin embargo, cada formato, cada técnica de elaboración, funciona de una manera diferente. La sensación al morder, la textura, cómo transporta el sabor, cómo te llena la boca. La apariencia, por supuesto. Todo cambia antes, incluso, de que empecemos a hablar de la salsa con la que la servimos.
Es una cuestión de percepción y de combinatoria. Son distintas maneras de contar una misma historia -la de la pasta y el tomate, por ejemplo- que funcionan de formas completamente diferentes.
Juan Carlos Ferrando. Logroño.
La pasta escapa de su funcionalidad. No es sólo un alimento, no es una forma de conservación. Es una infinidad de actitudes, de maneras de enfrentarse a un mismo problema desde la creatividad. Es la experiencia y la vocación estética. No se limita a querer alimentarte sino que quiere llevarte a su terreno.
La pasta es un texto. No es una cuestión de funcionalidad o de optimización de recursos. Es una historia. La pasta es la negación del SEO, si lo vemos desde ese punto de vista. A veces es contraintuitiva, se entretiene en aspectos prescindibles. Pero luego la pruebas y entiendes por qué lo haces mientras olvidas otros platos, más funcionales, más lógicos, más cómodos, más efectivos desde cierto punto de vista y, al mismo tiempo, perfectamente prescindibles.
Osteria Villari. Bari.
Carreteras secundarias
Acabamos de hacer 1700 kilómetros por España esta semana: Santiago - Santander - Zaragoza - Borja - Logroño- Castrojeriz - Santiago.
Dos o tres semanas antes hice Santiago - San Sebastián con mi hija. Y la semana anterior habíamos hecho Santiago - Zafra - Cádiz Anna y yo.
La semana que viene será algún lugar de Castilla. Y la siguiente Madrid.
Ristorante Andrea. Palazzolo Acreide.
Suficientes kilómetros como para saber -como si no lo supiera ya- que si viajas por autovía es más rápido. Todas las áreas de servicio son intercambiables, sabes lo que te vas a encontrar, cómo de malo va a ser el café, pero en realidad dará igual si estás viajando hacia Cádiz, atravesando La Rioja o si paras en algún lugar del oriente asturiano.
Escribir es parecido. Sabes a dónde quieres llegar, pero como te limites a la vía más rápido te pierdes todo lo que queda a los lados. Sería una pena.
Mangiarte. Lugo.
Batallas perdidas
Hace unos días, por primera vez, tuve la sensación al leer un texto de una publicación que sigo de que quien lo había escrito le había pasado el bulto a la inteligencia artificial. Había algo, no es fácil de explicar, como en esas imágenes generadas por IA en las que todo parece estar donde debería, pero en las que, sin embargo, sabes, aunque no sepas por qué, que no es una imagen real.
La Grotta di Santa Chiara. Altamura.
Es una batalla perdida, creo. A largo plazo porque la IA nos va a superar, también en cuestiones de estilo. Aunque espero sinceramente que ese será el último reducto de resistencia, por ponerlo en esos términos. Escribo sobre esto en Bonviveur en un texto que se publicará en unos días.
En lo más inmediato, sin embargo, es una guerra que empezamos a perder en el momento en el que alguien decide renunciar al esfuerzo -a la creatividad, en última instancia- en favor de la productividad. Lo entiendo, es más rentable, seguramente. Y lo será aún más no dentro de demasiado tiempo. Pero si lo que me interesase fuera la rentabilidad me dedicaría a las inversiones. Y quien me conoce sabe que no es el caso.
Me Cumpari Turiddu. Catania.
Sea como sea, creo que esta es una de esas peleas en las que vale la pena implicarse, aunque sea una guerra probablemente perdida desde antes de empezar. Suelo decir que las luchas fáciles, las que ya están ganadas, no necesitan que te metas en ellas. Son las complicadas las que merecen el esfuerzo. Aunque sea por una cuestión de estilo. Porque al final todo eso va de eso: de estilo, de opciones, del valor del camino largo, de las carreteras secundarias y de las reviravoltas.
Muchas gracias por seguir ahí una semana más, aún a pesar de los retrasos y los cambios de ritmo en las publicaciones. A veces la realidad se impone.
Algunos enlaces
Estos días nos alojamos en el Hotel Quinta San Francisco, en Castrojeriz (Burgos), en la zona central del Camino de Santiago.
Castrojeriz es bonito, las vistas desde el cerro del castillo son un espectáculo y el hotel es una auténtica preciosidad. Además, está a menos de una hora de Burgos o de Palencia, a apenas 90 minutos de Valladolid y a poco más de dos horas de Logroño, Bilbao, Vitoria, Soria o León, así que es un estupendo campo base.
Es un sitio perfecto para darse un pequeño capricho si lo que buscas es tranquilidad y despertarte en un sitio con alma.
Lo que he visto
Berlín Occidente (A Foreign Affair, 1948), de Billy Wilder. En algunos aspectos quizás haya envejecido un poco. Lógico, considerando cuándo se filmó. Aún así, sigue sorprendiendo cómo Wilder escribió diálogos que 75 años después funcionan aún como un reloj.
Lo que he leído
He acabado con V13, del que hablaba en el último texto, y he empezado con A Sangre y Fuego, de Manuel Chaves Nogales. Y sólo me pregunto por qué no leemos más a este autor y por qué no lo he leído antes.
Lo que he escuchado
A través de una entrevista a Billy Corgan, de The Smashing Pumpkins, descubrí el otro día a Myrkur, el proyecto de la danesa Amalie Bruun, que combina música ambiental, folk escandinavo y black Metal de una manera sorprendente.
Esta semana comimos en Garbo, en Santander. He puesto algunas fotos para ilustrar el texto de hoy. Aparte de que se come estupendamente, me gustó la selección musical, bastante ecléctica, que me hizo volver a algunos clásicos del Merseybeat como Gerry and The Pacemakers.
“La pasta es un texto”. Me ha encantado esta frase: que grande verdad. Es un texto y un pretexto para dibujarle una historia siempre diferente en variaciones de “sugo “.